El pasado 7 de febrero de 2025 la Hermandad organizó una mesa redonda dedicada a la iconografía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, en conmemoración del XXV aniversario de su reposición al culto. Celebrado en el majestuoso Hotel Palacio Marqués de la Gomera.
Ponentes de excepción.
La mesa redonda fue moderada por N.H.D. Alberto Fernández, quien destacó la importancia de este encuentro para enriquecer el conocimiento sobre la imagen titular de la Hermandad.
Entre los expertos participantes, se encontraba Dña. María José Caldero, historiadora del arte, intérprete del patrimonio y divulgadora cultural. Colaboradora habitual en medios de comunicación y en el programa El Cabildo de Muchodeporte, Caldero es una de las voces más autorizadas en la Semana Santa de Sevilla y su provincia. Su intervención comenzó con una emotiva declaración:
“No vengo a enseñar, sino a aprender de mis compañeros. Es un lujo compartir esta mesa y reflexionar sobre una iconografía tan rica y llena de matices”.
Otro de los ponentes fue D. José María Pinilla, investigador y divulgador cultural. A pesar de su formación en Empresariales, es considerado un auténtico erudito en la historia, la música de la Semana Santa y Colaboradora habitual en medios de comunicación y en el programa también colaborador en El Cabildo de Muchodeporte, . En su análisis sobre la función evangelizadora del arte, destacó:
“El Concilio de Trento supuso un cambio de paradigma: las imágenes ya no esperan en los templos, sino que salen al encuentro del fiel. Se busca que el devoto no solo vea la imagen, sino que la sienta, que conecte con ella”.
Por último, el historiador y arqueólogo D. Pedro Jaime Moreno de Soto, doctor por la Universidad de Sevilla y conservador del patrimonio en la Junta de Andalucía, ofreció un análisis profundo sobre el contexto histórico de la imagen de la Humildad y Paciencia. Sobre la importancia de la escultura ligera en la época, afirmó:
“Si una imagen de este material ha sobrevivido siglos y sigue emocionando, es que su valor trasciende la materia. No debemos menospreciar lo que se hizo con sabiduría y con el deseo de conmover”.
El contexto histórico de la imagen.
Pedro Jaime Moreno explicó que la imagen titular de la hermandad surge en un momento en el que Osuna se consolidaba como un importante enclave conventual, especialmente desde finales del siglo XV y a lo largo del XVI. Gracias al mecenazgo de la Casa de Osuna, la villa ducal acogió a órdenes religiosas como los dominicos, franciscanos y agustinos, lo que derivó en la proliferación de hermandades con imágenes cargadas de devoción y simbolismo.
Una iconografía con raíces medievales.
María José Caldero detalló el origen de esta iconografía, que se remonta al siglo XIV en el arte germánico y en las representaciones teatrales religiosas. En el Renacimiento, el artista Alberto Durero popularizó esta imagen a través de sus grabados, sirviendo de modelo para pintores y escultores de toda Europa. También explicó su relación con la alquimia y la melancolía saturnina, conceptos que refuerzan su significado simbólico como piedra filosofal y mediador universal en la historia de la salvación.
“Cristo es la piedra sobre la que se construye todo. En la alquimia, la piedra se transforma a través del fuego en oro. En el cristianismo, el sacrificio lo lleva a la resurrección, a la redención”, explicó Caldero en un momento especialmente inspirador de su intervención.
El mensaje emocional del barroco.
José María Pinilla abordó la transformación que sufrió esta iconografía en el siglo XVII, cuando la Contrarreforma impulsó imágenes más expresivas y cercanas al fiel. Destacó cómo la representación de Cristo abatido, con señales de martirio y expresión doliente, buscaba conmover al devoto y reforzar su conexión con el sufrimiento redentor de Jesús.
“No se trata solo de representar a Cristo, sino de hacer sentir su dolor, su entrega. Es el arte al servicio de la fe”, subrayó.
El valor del material y la restauración
Uno de los aspectos más llamativos de la imagen titular de la Hermandad es su material: el papelón, también conocido como escultura ligera. Pedro Jaime Moreno explicó que esta técnica permitía crear figuras livianas y accesibles, aunque con el tiempo adquirió una percepción peyorativa. Hoy en día, sin embargo, se reivindica su valor histórico y artístico, especialmente tras las restauraciones que han permitido su conservación.
Durante el debate final, se planteó una cuestión clave: ¿hasta qué punto debe una restauración respetar el estado original de la imagen? Los expertos coincidieron en que la intervención debe preservar la historia material de la obra sin alterar su esencia devocional.
“La restauración no debe borrar la huella del tiempo. Cada intervención deja una marca y nuestra labor es mantener el equilibrio entre conservación y autenticidad”, defendió Pedro Jaime Moreno.
José María Pinilla añadió un matiz importante:
“Hay una delgada línea entre restaurar y reinterpretar. La imagen tiene una historia material y devocional, y debemos ser fieles a ambas”.
Un legado de fe y arte.
El acto finalizó con una reflexión sobre la relevancia del Cristo de la Humildad y Paciencia como patrimonio devocional e histórico. Como concluyó María José Caldero:
“Esta imagen no es solo madera y policromía. Es historia, es arte y, sobre todo, es fe. Mantener su legado es nuestra responsabilidad”.
Gracias a encuentros como esta mesa redonda, la Hermandad sigue profundizando en su legado y asegurando que su imagen Titular continúe siendo un símbolo de fe y tradición para las futuras generaciones.